2014年6月6日金曜日

(未翻訳)5月26日(月)聖地にて:キリスト者として、ユダヤ教徒として互いを結ぶきずなを深めるように呼ばれている

En un discurso ante los dos principales rabinos de Jerusalén, el Gran Rabino Askenazi, Yona Metzger, y el Gran Rabino Sefardita, Shlomo Amar, el pontífice instó a continuar en el camino de amistad iniciado tras el Concilio Vaticano II.
Francisco recordó sus excelentes relaciones con responsables judíos en tiempos de su arzobispado en Buenos Aires y "las provechosas iniciativas de encuentro y diálogo, y con ellos viví también momentos significativos de intercambio en el plano espiritual".
"En los primeros meses de pontificado tuve la ocasión de recibir a diversas organizaciones y representantes del Judaísmo mundial. Estas peticiones de encuentro son numerosas, como ya sucedía con mis predecesores", explicó. "Y, sumadas a las múltiples iniciativas que se desarrollan a escala nacional o local, manifiestan el deseo recíproco de conocernos mejor, de escucharnos, de construir lazos de auténtica fraternidad", agregó.
Francisco, recibido en el Centro Heichal Shlomo, Sede del Gran Rabinato de Israel, subrayó que "este camino de amistad representa uno de los frutos del Concilio Vaticano II, en particular de la Declaración Nostra aetate, que tanta importancia ha tenido y cuyo 50º aniversario recordaremos el próximo año". "Un don de Dios, que, sin embargo, no hubiera podido manifestarse sin el esfuerzo de muchísimas personas entusiastas y generosas, tanto judíos como cristianos.
A este respecto, el pontífice destacó "la importancia que ha adquirido el diálogo entre el Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con el Judaísmo" durante los últimos doce años. "Me gustaría pensar que, como el Bar Mitzvah de la tradición judía, está ya próximo a la edad adulta: confío en que pueda continuar y tenga un futuro luminoso por delante", afirmó.
"No se trata solamente de establecer, en un plano humano, relaciones de respeto recíproco: estamos llamados, como cristianos y como judíos, a profundizar en el significado espiritual del vínculo que nos une", agregó.
Al hilo de este argumento, Francisco subrayó que la base de este entendimiento es el conocimiento mutuo, y pidió que, al igual que el catolicismo se compromete a valorar el sentido de las raíces judías de nuestra fe, el judaísmo "aumente el interés por el conocimiento del cristianismo, también en esta bendita tierra en la que reconoce sus orígenes". "Juntos podremos dar un gran impulso a la causa de la paz; juntos podremos dar testimonio, en un mundo en rápida transformación, del significado perenne del plan divino de la creación", aseguró Francisco.
"Juntos podremos afrontar con firmeza toda forma de antisemitismo y cualquier otra forma de discriminación. El Señor nos ayude a avanzar con confianza y fortaleza de ánimo en sus caminos. ¡Shalom!", concluyó. Los principales rabinos centraron su discurso en la lucha contra el antisemitismo, y agradecieron al papa sus palabras sobre el atentado que este fin de semana mató a cuatro personas en el museo judío de Bruselas. Ambos le pidieron al pontífice su apoyo en la lucha contra el antisemitismo en el mundo e instaron a que la paz reine desde Jerusalén.

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